Este libro es el resultado de más de una década de reflexiones colectivas, a partir de talleres e intercambios de experiencias entre la investigación y el activismo. Desde el marco de las epistemologías feministas en su diversidad, se describen diferentes prácticas y herramientas metodológicas, así como ejercicios de “reflexividad fuerte” y pensamiento crítico en torno al papel del cuerpo y las emociones en la investigación.

A su vez, esta obra contribuye a las discusiones contemporáneas sobre la manera en que el género, la clase, la sexualidad, la etnicidad, entre otras estructuras, influyen en la manera de construir conocimiento científico, así como en la práctica investigativa.

El libro es una apuesta por los conocimientos transdisciplinares, la interseccionalidad, así como una circulación más horizontal de conocimiento. Los capítulos de este libro ofrecen novedosas herramientas de investigación en las que el sujeto y la subjetividad son fundamentales y en donde las “prácticas corporales”, la “articulación comprometida” y las “epistemologías del fuera del campo” son guías y aparatos teórico-metodológicos para la investigación. A su vez, se detiene en repensar el valor epistémico de las emociones a lo largo de todo el proceso de investigación y la necesidad de espacios colectivos y seguros para su reflexión.